Golazo de tiralíneas para abrir la lata de la final

Hacia demasiado partidos que Luis Quiñónes no veía puerta. En total, 10 partidos sin marcar. Más en concreto desde que le hiciera un doblete a sus ex equipo: Lobos BUAP.
Pero a Quiñónes no le tembló el pulso. Se plantó ante Jonathan Orozco y se la clavó al primer palo, sorprendiendo al solvente guardameta 'lagunero'.
Y lo hizo tras una jugada de equipo en la que con tres toques de primeras dejaron sólo a Quiñónes sin oposición dentro del área. El atacante hizo el resto para romper el 0-0 de la gran final del Clausura.