El Burgos sigue demostrando por qué es la revelación de Segunda. El cuadro de Julian Calero hizo un partido inconmensurable en el Gran Canaria ante un equipo tan potente como Las Palmas, quien era por entonces el líder de la categoría.
El cuadro burgalés definió un plan para anular por completo a los amarillos, que acabaron desquiciados ante el juego de su rival y la actuación de Caro. El guardameta volvió a ser clave para su equipo y continúa sin encajar un tanto esta temporada.
Y cuando tienes a tu portero con la flecha hacia arriba, ya solo falta que los hombres de tres cuartos en adelante tengan puntería para sacar los partidos. Y así fue con Curro Sánchez y Mumo, los goleadores en el Gran Canaria.
Ya desde el inicio, el Burgos le dejó a Las Palmas hacer su juego y en alguna que otra acción de pérdida o robo puso a los amarillos contra las cuerdas. Primero avisó Atienza y los 'pío pío' se salvaron por el pie de Álvaro Valles.
La respuesta de los de Pimienta fue rápida, ya que Benito adelantó momentáneamente a los suyos a los 20 minutos. Pero el árbitro invalidó la acción por fuera de juego del '11', quien recibió un taconazo preciso de Pejiño.
A partir de ese momento, el encuentro estuvo muy igualado y hubo que esperar al segundo acto para que se rompiera por completo. Tras el descanso, el Burgos salió mucho mejor y aprovechó un error para adelantarse en el marcador.
En el 65', José Matos vio a Curro y éste, con la pierna derecha, mandó la pelota a guardar tras tocar en el larguero. Jarro de agua fría en la parroquia local, que se vino abajo hasta la recta final del choque, un tramo en el que pasó de todo.
En el 76', Atienza se topó con el palo tras el taconazo de un Artola que se convirtió en protagonista, ya que vio dos amarillas en cuestión de cinco minutos. Eso dejó con diez a un Burgos que echó el cerrojo y que se encomendó a Caro.
El portero volvió a defender con uñas y dientes su portería y le negó el tanto a Moleiro, tras un disparo muy potente dentro del área. La polémica no pasó tampoco desapercibida, ya que hubo un gol anulado a Marc Cardona.
Muchos entendieron que el árbitro invalidó el tanto por una falta que pitó previamente sobre Moleiro, pero fue finalmente porque el delantero estaba en posición antirreglamentaria. Y del posible 1-1 se pasó al 0-2 definitivo.
Error de Álvaro Lemos, Matos lo aprovechó, inició la carrera y cedió a Mumo, quien con la derecha cerró el encuentro. Golpe de líder del Burgos, que asumió el mando de la categoría tras el empate del Alavés en Santander.