Cristiano estaba en el banquillo, pero Fernando Santos decidió darle entrada tras el descanso arriesgándose a que viera una tarjeta que le impidiese jugar este martes la final ante Suiza.
Todos se rindieron al madridista. Los elogios vinieron de sus compañeros, de la prensa y de los aficionados que se congregaron en el hotel de concentración de Portugal antes de irse de Andorra.
Pero el recibimiento para Cristiano fue aún más apasionado en Portugal. Decenas de personas esperaban al equipo en el Hotel Mirage de Cascais para ver a los jugadores y, especialmente, a Cristiano, al que llamaron "ídolo", "héroe" y "dios". Hubo empujones, gritos y carreras por un autógrafo del 'salvador'.
En la prensa portuguesa, la palabra 'heróe' aparecía en todas las portadas. 'O Jogo' tituló "Fue necesario llamar a Cristiano", 'Record' destacó en portada "Venga, a la final" con una foto de CR7 y 'A Bola' abrió con un "Nunca (nos) falla", resaltando que el madridista, una vez, salvó a Portugal cuando las cosas se estaban poniendo feas.