El fútbol es a veces demasiado cruel. El América de Cali hizo un partido serio en Brasil y tocó con la yema de los dedos el pasaporte para la Sudamericana, pero al final hubo un giro inesperado de los acontecimientos.
El tanto en propia meta de Kannemann le dio alas a los de Juan Cruz Real, pero una absurda mano en la última jugada del partido condenó a la 'mechita' a quedarse sin un consuelo.
Las caras de los jugadores lo decían todo y no era para menos. Estuvieron muy cerca de meterse en la Sudamericana por méritos propios y el desenlace no pudo ser peor para ellos.
El conjunto escarlata sabía que tenía muy difícil seguir vivo en la Copa Libertadores y fue a Brasil sin nada que perder. El objetivo, en caso de no entrar en octavos, era ser tercero para jugar otra competición y ni por esas le salieron las cosas.
Encima, los de Juan Cruz Real tenían que estar pendientes del Universidad Católica-Internacional, un duelo que acabó con victoria chilena (2-1) y que permitió a los de Ariel Holan entrar directos a la Sudamericana.
Y mira que todo pintaba bien desde el inicio. Los visitantes estuvieron muy bien plantados en todo momento y apenas dejaban opciones a su oponente. Es cierto que el América no tenía ocasiones, pero el plan inicial estaba saliendo a la perfección.
Pero todo se fue al traste cuando Luiz Fernando provocó un penalti, aunque Geromel, con una gran parada abajo, mantuvo con vida a los suyos para lo que restaba de partido. Lo curioso es que el destino quiso que la acción continuase y al final llegó el gol visitante.
El cancerbero inició la jugada y el balón fue de un lado a otro hasta que recibió Duván Vergara, que levantó la cabeza y centró al área para el 0-1. Kannemann desvió lo justo con la cabeza y el balón acabó en el fondo de la red.
Juan Cruz Real agitó el puño desde el banquillo porque sabía que todavía había opciones. Católica remontó, pero la 'mechita' necesitaba marcar más goles o que lo hicieran los chilenos.
Y al final, con varias batallas campales de por medio, los corazones escarlatas se rompieron en mil pedazos en el 99'. Edwin Velasco tocó el balón con la mano y el árbitro volvió a indicar el punto fatídico. Diego Souza tomó la reponsabilidad y no falló.
El América cayó en combate tras sufrir una puñalada en los últimos segundos. Ni Libertadores ni Sudamericana. Ya solo queda la Liga Colombiana.