El discurso de Raheem Sterling personalizó la ambición con la que el Manchester City, sin nada en juego, goleó a un Watford que se complicó la permanencia ante el equipo de Pep Guardiola.
Tras el partido, donde hizo un doblete, el inglés destacó que quería aumentar su cuenta goleadora particular. Es el motivo que le llevó por ejemplo a lanzar un penalti, cuando el tirador habitual había sido Kevin De Bruyne.
"Marqué el primer gol y tenía 18 en total. Sabía que si marcaba un segundo gol y si jugaba los 90 minutos, podría hacer un 'hat trick'. No fue así, pero me alegro por los dos goles", señaló Sterling.
Alcanzar la veintena anotadora en Liga es casi una obsesión para el inglés: "Sería muy importante. Marcar 20 goles en la Premier League siendo extremo es un gran logro. Tenemos un partido más por jugar, así que espero conseguirlo".
Y es que Pep Guardiola está sacando la versión más 'killer' de un Raheem Sterling que ha vivido una auténtica metamorfosis: de extremo pasador a extremo de área. Cada vez marca más y asiste menos.
Su segunda campaña en el Manchester City fue ejemplo de lo que comentamos. El canterano del Liverpool no pasó de los diez goles totales, mientras que repartió 16 asistencias, pero la dinámica se comenzó a invertir en las últimas tres temporadas.
Del total de sus aportaciones numéricas en la 2017-18, un 36% fueron asistencias (13), mientras que en la siguiente fueron un 34% (14 y 27 goles). Sin embargo, este curso ha sido definitivo con solo cuatro pases de gol entre todas las competiciones (12,5%) mientras bate sus registros anotadores y ambiciona con esa barrera de los 20 en la Premier League, donde su tope está en 18.