El Betis ha pasado de ser una revelación a toda una realidad en Primera División. El conjunto verdiblanco suma dos temporadas seguidas clasificado para Europa, coincidiendo además con la llegada de Manuel Pellegrini al banquillo verdiblanco.
Hay que remontarse hasta el curso 2019-2020, con Rubi a los mandos, para ver al conjunto de Heliópolis por debajo de la séptima temporada. Concretamente, en aquella campaña finalizó en decimoquinta posición.
El 'Ingeniero' ha elevado el nivel de Betis a la máxima potencia. Para ello, con Antonio Cordón en la planificación deportiva, ha elaborado un equipo de garantías, donde el sentimiento y el trabajo han acabado dando resultados.
Uno de sus pilares en el equipo ha sido Guido Rodríguez. El argentino desembarcó en el Benito Villamarín a mediados de la temporada 2019-20 procedente del América de México. No obstante, su adaptación y tardía llegada le hicieron poder disputar tan solo 15 encuentros en ese año.
Algo que cambió por completo con el aterrizaje de Pellegrini en el Villamarín. En la 2020-21, el mediocentro se convirtió en la auténtica columna vertebral del cuadro verdiblanco. Disputó 38 encuentros, saliendo de inicio en 36 de ellos.
Unos números que llegaron a su culmen en el curso siguiente, dejando huella tanto en las competiciones domésticas como en la Europa League. Jugó un total de 47 encuentros y 42 de ellos fueron desde el pitido inicial.
Esta temporada, Guido Rodríguez ha seguido en la misma línea. Figura clave en los esquemas de Pellegrini, que ha visto como el equipo se resiente hasta el punto de echarlo en falta en los encuentros donde no ha podido hacer acto de presencia.
Así llegamos hasta este fin de semana, donde el Betis se vio las caras ante el Valladolid. Un encuentro donde pudo sumar los tres puntos que le alzaron hasta la quinta posición, a tan solo un punto del Atlético de Madrid.
Pero el partido tuvo algo más reseñable, una vez más, con Guido como protagonista. El argentino alcanzó la reseñable cifra de 100 partidos en liga en tan solo dos temporadas y medias. Un auténtico seguro de vida para el Betis.