Pese a que dejó el fútbol en activo hace solo unos meses, el gusanillo del balompié sigue picando a un Pablo Guiñazú que quiere hacer carrera en los despachos.
El argentino, que colgó las botas con 40 años, quiere tomar decisiones en un gran equipo y reveló públicamente su deseo de formar parte de la dirección deportiva de Independiente, un equipo para el que su nombre ha sonado en los últimos días.
"Es un orgullo que se me relacione con el 'Rojo', pero todavía nadie me llamó. Me encantaría ser parte del club, estoy muy preparado y con la gente correcta", expresó en 'Radio La Red'.
Guiñazú explicó que todavía no ha hablado con los dirigentes sobre este tema, pero confesó que mantiene un contacto constante con Lucas Pusineri, el técnico, algo que podría acelerar los tiempos.
"Habló mucho de fútbol con Pusi. Hay que ponerse la camiseta y trabajar al 110%. El puesto de director deportivo es para ser claro y transparente, y sobre todo estar al pie del cañón. Yo siempre respeto lo que hago", sentenció.