Güler calentó y se quedó con las ganas de jugar ante el Sevilla

Tras una artroscopia en el menisco de la rodilla derecha y un par de lesiones musculares, el buen estado físico de Arda Güler se ha hecho esperar más de media temporada, pero ya está aquí. Aun así, le está costando comparecer en la rotación de Carlo Ancelotti, que, en el partido de Liga contra el Sevilla, le mandó a calentar para, al final, optar por un Dani Ceballos que entró al campo en el minuto 90 por Brahim Díaz.
El turco se presentaba como una de las soluciones del cuerpo técnico para darle un poco más de descaro al ataque 'merengue', pero, cuando estaba preparándose para ingresar al césped, Luka Modric abrió la lata con un golazo desde la frontal. Esto provocó una reunión improvisada del técnico con su hijo Davide y otro de sus asistentes, a los que hizo varios gestos bajando la palma de la mano en señal de "calma". Quería aplazar las sustituciones ideadas.
Consciente de lo complicado que había sido ponerse por delante de los hispalenses, terminó ordenando la incorporación de un jugador de un perfil más entregado al control de la pelota que al regate. Lo curioso es que, unos minutos más tarde, en el 94', introdujo a Álvaro Rodríguez por Rodrygo Goes cuando el canterano había disputado un partido con el Castilla tan solo un día antes. Podría haber concedido esta oportunidad de bajo riesgo al ex del Fenerbahçe.
Güler, esta temporada, tan solo suma 5 partidos disputados, uno de ellos como titular -el de Copa del Rey contra la Arandina-. En lo liguero, saboreó los compases finales de los encuentros con la Unión Deportiva Las Palmas en el Estadio de Gran Canaria, el Girona en el Santiago Bernabéu y el Rayo en Vallecas, así que apenas ha gozado de espacios para brillar, lo que ha causado cierta indignación entre sus compatriotas, que están siguiendo de cerca este periplo de su carrera en España.