Erling Braut Haaland, un armario ropero de 19 años, dotado de una rara coordinación de movimientos en un tipo 1,94, y provisto del don, impagable en un futbolista, de enchufar a puerta desde cualquier posición y postura, vuelve a poner en órbita a Noruega, formando un triunvirato mediático con el ajedrecista Magnus Carlsen y el atleta Jakob Ingebrigtsen.
El delantero del Borussia Dortmund, nacido en Leeds (Inglaterra) el 21 de julio del 2000, se ha convertido en objeto de deseo para clubes poderosos como el Real Madrid, deslumbrados por el perfil depredador del rubio '9' noruego, cuyo valor de mercado ha subido como la espuma.
13 goles en 12 partidos: diez en la Bundesliga, dos en la Champions y otro en la DFB-Pokal. Un promedio de 1,1 por encuentro. Esa es su marca con el Borussia Dortmund desde que empezó este año fatídico de la pandemia, registros superiores a los de Robert Lewandowski en el Bayern, por ejemplo, y con el mismo promedio goleador que Cristiano Ronaldo en la Juve.
Ni el duro confinamiento por el coronavirus ha podido rebajar sus prestaciones, que han vuelto a quedar de manifiesto tan pronto se ha reanudado la Buldesliga. En el partido contra el Schalke 04, Haaland marcó un gol, regaló una asistencia e intervino en los otros dos. Pieza clave en el 4-0 del equipo de Dortmund.
El Real Madrid sueña con el fornido futbolista noruego para recuperar el impacto goleador que le proporcionaba Cristiano, y Noruega, un país de apenas cinco millones, vuelve a presumir de un crack mundial en el deporte más mediático.
MAGNUS 'MOZART' CARLSEN, AGITADOR EN LA PANDEMIA
Pudo haber sido futbolista. A este seguidor confeso del Real Madrid tampoco se le daba mal el balompié, un deporte que utiliza como entrenamiento físico en plena competición, pero solo alcanzó la excelencia deportiva cuando se centró en el tablero de ajedrez.
Nacido un 30 de noviembre en Tonsberg diez años antes que Haaland, Carlsen le lleva de ventaja un reinado de siete años como campeón mundial. Es decimosexto en la línea de sucesión oficial y el segundo más joven de la historia, después del ruso Garry Kasparov.
El 22 de noviembre de 2013 arrebató la corona al indio Viswanathan Anand y desde entonces todos los intentos de arrebatarle el cetro han terminado en fracaso.
En abril de 2014, Carlsen alcanzó el ELO más alto de la historia: 2.882 puntos, batiendo los 2.851 de Kasparov, y en julio de 2019 igualó su propia marca.
Analistas preclaros como el español Leontxo García apodan a Magnus el 'Mozart' del ajedrez por su juego imaginativo y armónico. El vikingo es capaz de ver más allá que sus rivales, analizar con más profundidad las posiciones, y en los últimos tiempos ha sabido adaptarse mejor que nadie a la era de las computadoras.
Desde que en 1997 el viejo programa Deep Blue derrotó a Kasparov, las computadoras se han mostrado implacables con el ser humano. Anand reconoce que AlphaZero es capaz de despachar en dos segundos el trabajo que antes hacía un equipo de analistas en dos semanas.
Pero Carlsen no es solo un jugador de ajedrez, el mejor del mundo (al menos desde hace siete años, y para algunos el mejor de la historia). Su presencia mediática se extiende al campo de la moda (es modelo de ropa) y al mundo de los negocios (tiene una participación del 16% en la plataforma Chess24).
En tiempos de pandemia, ha sido capaz de organizar torneos por internet. Sus rivales agradecen que iniciativas suyas como el Magnus Carlsen Tour (cuatro torneos y una Gran Final), pues les proporcionan una fuente de ingresos cuando todas las competiciones presenciales se han cancelado.
JAKOB, LA PERLA DE LA FAMILIA INGEBRIGTSEN
El atleta noruego actual de mayor rango es Karsten Warholm, que el 30 de septiembre pasado revalidó con un tiempo de 47.42 su corona mundial de 400 metros vallas, siguiendo los pasos del dominicano Félix Sánchez y los estadounidenses Edwin Moses y Kerron Clement, hasta ahora los únicos con dos títulos en esta disciplina.
Y sin embargo, el más mediático es un chico de la misma edad que Haaland (solo se llevan dos meses): Jakob, el menor de la saga masculina de la familia Ingebrigtsen, dirigida por su padre, Gjert.
Con 18 años Jakob, actual campeón de Europa de 1.500 y 5.000 metros, corrió los 1.500 en 3:30.16 y su nombre causa respeto en cualquier pista porque nunca se arruga ante la armada africana, aunque a veces lo pague en la recta. Sus hermanos mayores, Henrik y Filip, no llegan a su altura, aunque por detrás ya asoma la pequeña, Ingrid, que a sus 14 años ya corre los 5 kilómetros en 18 minutos.
Jakob acaba de conseguir, el 20 de mayo, el récord noruego de 5 km en ruta con un tiempo de 13:28 minutos en un parque de Stavanger. Por más que se trate de una marca de ámbito nacional, es el primer récord acreditado desde que la pandemia de COVID-19 sobrecogió al mundo, y como tal ha tenido una repercusión muy superior a su importancia real.
Una salida que simulaba la parrilla de Fórmula Uno, un objetivo y unos protagonistas muy conocidos entre el público fueron los ingredientes de la receta para atraer una insólita atención en tiempos de parálisis atlética. Jakob no competía desde el pasado mes de diciembre, cuando encadenó en Lisboa su cuarto título consecutivo de campeón de Europa Júnior de cross, un logro sin precedentes.