"No soy quién para quitarle la vida a 'Sapito'", le dijo, entre lágrimas, al entrevistador que le acompañó en un bar de Los Capuchinos. Con todo el dolor del mundo, para el padre del hincha fallecido lo verrdaderamente lamentable no fueron los hechos, que también, sino la pasividad del resto de aficionados.
"Lo que le hicieron a mi hijo fue igual a lo que le pasó a Jesús: le tildaron de judió y le crucificaron. A Emanuel le dijeron que era un hincha de Talleres y lo tiraron por una tribuna. Pero tienen que saber que Emanuel fue a ver a Belgrano hasta en muletas", comenzó a explicar, en defensa de su hijo fallecido.
En cuanto a su mayor lamento, la indiferencia de la grada: "Tengo mucha impotencia porque nadie se metió a defenderlo. No digo uno o dos, porque hoy estaríamos velándoles también como le dije a Lucas, el amigo que estaba con él, que sentía culpa. Había mucha gente, como 10.000 personas en la tribuna... y nadie hijo nada, ni se metió".