Hubo un tiempo en el que el Real Madrid se jactaba de tener una auténtica constelación de estrellas. Cada año fichaba a los mejores. Era el 'Madrid de los galácticos', y ese espíritu ha renacido ahora que parece decidido a hacerse no solo con Mbappé, sino también con Erling Haaland.
Aquel primer mandato de Florentino fue más recordado por sus fichajes que por sus éxitos deportivos, eso es innegable, aunque estos no fueron menores (entre ellos, la novena Copa de Europa y dos Ligas).
Era un Madrid que era la envidia de todo aficionado a los juegos de gestión futbolística, porque tenía, sin ningún género de dudas, a los mejores del momento.
Ese espíritu acabó por desaparecer con la marcha de Florentino como presidente del club, y no resurgió con su vuelta. Hasta ahora. Porque la prensa afín está segura de que no solo el Madrid lo tiene hecho con Mbappé para el verano (aunque toda decisión quede aplazada al término del duelo de octavos contra el PSG), sino que también tiene encarrilado a Haaland.
Que a Mbappé le tienta jugar en el Madrid no es ningún secreto, y es algo que hasta él mismo ha mostrado en el reciente cómic sobre su vida publicado semanas atrás. Pero que el PSG hará todo lo que esté en su mano, y un poco más allá, para evitar perder al astro galo gratis es algo que todos saben.
Confía el Madrid, según 'Marca', en que Mbappé mantenga su palabra, pues al parecer ya habría dado el 'sí' a los blancos el pasado verano, en una operación que no prosperó por la lógica terquedad del cuadro parisino.
Lo sorprendente es que también parezca decidido a hacerse con Haaland. El citado medio habla de la friolera de 350 millones de euros, entre traspaso, comisiones y sueldo, para hacerse con el noruego. Y, de paso, quitárselo de las narices al Barcelona.
Unas cifras mareantes, y que sin duda llevarán a estudiar las cuentas del club blanco al dedillo, por aquello del 'Fair Play Financiero', que tanto se denuncia que a unos se aplica a rajatabla y con otros se mira hacia otro lado.
Cifras que, tras años y años de austeridad, parecen dar alas al sueño 'merengue' de hacerse no con uno de los jugadores llamados a ser el Balón de Oro en un futuro no muy lejano, sino con el que ahora mismo parece su único rival.