El Liverpool fue una apisonadora en la primera parte, se puso 3-0 y se relajó. Entonces marcó el Salzburg, y los austriacos empezaron a creer. Y su convicción permitió que el partido cambiase completamente.
Al poco de comenzar el segundo tiempo, con el Salzburg volcado al ataque, el Liverpool empezó a sufrir. Cayó el segundo gol austriaco, y los nervios afloraron.
La fe se convirtió en convicción, y en el minuto 60, un recién entrado Haland apareció solo en boca de gol para igualar la contienda.
Y las alarmas se encendieron como nunca antes, porque el partido pasó de repente de estar ganado a poderse perder, lo que dejaría al vigente campeón en una situación más que precaria en la presente Champions.
October 2, 2019
Por fortuna para los 'reds', poco después apareció Salah para volver a poner en ventaja al Liverpool. Respiró de nuevo el conjunto inglés, pero la sombra del tropiezo siguió planeando sobre Anfield.