Harvey Barnes nació en Burnley, en Inglaterra, pero podría representar a Escocia en la Eurocopa del año que viene. El jugador del Newcastle descendió con el Leicester y protagonizó un traspaso de 44 millones de euros para quedarse en la Premier League, donde, en el arranque de esta temporada, se ha convertido en uno de los mejores futbolistas de las 'urracas'. De ahí que suene a nivel internacional.
El caso es que Gareth Southgate no cuenta con él. Ni siquiera le incluyó en la prelista del Mundial de Catar y, en el actual parón de selecciones, tampoco se ha fijado en su perfil. Según 'The Times', esto le está haciendo mantener la veda abierta a una hipotética llamada de Steve Clarke. Como tan solo ha estado una vez en el campo con los 'tres leones' -14 minutos en un amistoso- y sus abuelos son escoceses, sería posible.
Esta campaña promete para él, así que es lógico que no quiera cerrarse puertas. En los duelos preparatorios de verano, le anotó un doblete al Villarreal. Una vez con los encuentros oficiales al orden del día, no mantuvo esa vitola de titular que parecía esgrimir en la primera quincena de agosto y a finales de julio, pero gozó de protagonismo saliendo desde el banquillo contra el Aston Villa -un gol y una asistencia-, el Manchester City, el Liverpool y el Brighton & Hove Albion.
En el Leicester, salía de inicio prácticamente cada fin de semana y esta es una condición que quiere recuperar en el Newcastle. A poco que encarrile el objetivo, la 23-24 puede ser el caldo de cultivo perfecto para que Escocia se piense bien convocarle para la Eurocopa 2024, cuya fase previa tiene al combinado nacional en el primer puesto del grupo A por encima de la España de Luis de la Fuente tras 5 victorias en 5 partidos.