Hay jugadores que tienen magia en los pies. Por ellos merece la pena pagar la entrada más cara del mundo. Se pueden contar con los dedos de una mano, y en el Etihad está uno de ellos.
Se trata de Kevin de Bruyne, al que Pep Guardiola decidió darle descanso ante el Sevilla pero que, en los pocos minutos que estuvo, demostró ser el mejor centrocampista del mundo.
La visión que tiene el belga, el toque con el guante del pie y la tranquilidad que da a sus compañeros cuando está en el césped fueron suficientes para infundir miedo a un Sevilla que se marcha a 'su' competición.
Fue, quizás, el mejor partido de los hispalenses en esta Champions. Pero ni siquiera ello le sirvió para rascar un resultado positivo. Ni siquiera grandes sensaciones de cara al derbi del domingo.
Sin puntos... y sin centrales
El Sevilla tuvo la peor noticia de la noche en Marcao. Llegaba el brasileño justo para el partido y Sampaoli, en busca de los tres puntos, lo forzó. Le duró el zaguero la primera mitad, ya con el 0-1 en el marcador.
Se quedó tieso el brasileño, consciente además de que no solo se iba a perder la segunda parte, sino también el derbi de este domingo ante el Betis, el partido más importante de este 2022.
Antes, Rafa Mir encontró el premio al trabajo hecho. El delantero fue el único que creó peligro en el Etihad. Tuvo que aparecer hasta en tres ocasiones para dar la única alegría a la noche hispalense.
Los errores, en Champions, se pagan muy caro
El Sevilla jugará en la Europa League por méritos propios. Da igual que el partido de este miércoles, da igual no tener nada en juego, que el conjunto hispalense volvió a mostrar nervios y errores atrás.
Bono, pese a alguna parada salvadora, estuvo muy errático en la salida del balón. Precisamente así llegaron el 1-1 y el 3-1, con la especial colaboración de De Bruyne en el 2-1.
El primero de los flagrantes errores fue aprovechado por Julián Álvarez, autor de un gol y dos asistencias, para darle al joven Rico Lewis la primera de sus grandes noches en Champions.
El propio delantero argentino aprovechó la ausencia de Haaland para reivindicarse. Cuando más atascado estaba el City, Pep sacó a su mago, sacó a De Bruyne, para encontrar el hueco justo para darle a la 'Araña' su gol de la noche.
Fue el mismo Julián Álvarez el que aprovechó el pisotón de Carmona al balón para regalarle a Mahrez el cuarto gol en el Etihad, el tercero para un City campeón de grupo y candidato al título.