Recuperar la ilusión es una de las tareas más arduas en el fútbol. El Bayern andaba últimamente de capa caída. Al equipo bávaro no le terminaban de salir las cosas, y dos derrotas en los últimos dos compromisos en Bundesliga habían sembrado la duda sobre el Allianz Arena.
Hacía falta un golpe de efecto, una inyección de moral para recuperar la sonrisa y, sobre todo, el liderazgo de un jugador capaz de cambiar un partido a golazo limpio. Y entonces apareció Coutinho, un futbolista que juega a préstamo en el cuadro de Niko Kovac pero que demostró con un 'hat trick' que atesora quilates. Goleada por 6-1 a un Werder que se adelantó y luego se derrumbó en la segunda mitad.
Para tapar la previsible superioridad zonal de un Bayern que tenía sed de venganza, Florian Kohfeldt pobló el centro del campo con el trabajo de Nuri Sahin y con Klaassen, Augustinsson, Egestein y Lang. Una apuesta arriesgada por cuanto desguarnecía los laterales y obligaba a los carrileros a desdoblarse, pero que buscaba mitigar la calidad de Thiago entre líneas.
Y no le fue mal la idea en la primera parte a los de Bremen. El Werder se sintió relativamente cómodo durante los primeros 45 minutos, obligando al Bayern a poner a funcionar y de qué forma la sala de máquinas. No contaban, eso sí, con los intangibles. Poco o nada se puede hacer cuando un futbolista coge las riendas y hace lo que este sábado hizo 'Cou'.
Los visitantes acechaban como tiburón que huele sangre las inmediaciones de un Bayern dubitativo en el inicio. Solo en el inicio. Consecuencia de ello, Veljkovic de cabeza o Eggestein pudieron adelantar a los suyos. Sí lo hizo Rashica, con otro tanto para completar el rosario de obras de arte.
Fue en el minuto 24. El kosovar aprovechó una salida desde atrás de su equipo. Transición rápida para encarar a Alaba, recortar al austriaco y desde la corona del área soltar un misil a la escuadra de un Neuer que únicamente pudo ver cómo el cuero se alojaba en la red.
Lesión de Selassie y remontada
Para salir vivo de un escenario como el Allianz es capital aprovechar las dinámicas y tener una pizca de suerte. Justo lo que le faltó al Werder. El objetivo era aguantar el marcador al menos hasta el descanso, pero entonces apareció Coutinho por primera vez para empujar el balón a placer (45').
Justo a renglón seguido Selassie tuvo que retirarse lesionado, generando un nuevo contratiempo para Kohfeldt. Al menos quedaba el empate, pero tampoco, porque lo siguiente fue el 2-1 bávaro. Esta vez en las botas de Robert Lewandowski. Asistencia de Coutinho, de quién si no.
Ya en la segunda parte las malas noticias siguieron sucediéndose para el Werder Bremen. En el 18' de la reanudación, Coutinho con una vaselina con el exterior puso el cuarto (72') y con un disparo ajustado al palo el sexto (78'). El quinto fue obra de Müller en el 75'. El Bayern vuelve a sonreír.