El juez disciplinario único de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha sancionado este jueves con tres años y seis meses de suspensión a dos jugadores del Polillas Ceuta, de División de Honor juvenil, por agredir el pasado sábado al colegiado ceutí Antonio Pozo y ha abierto expediente a otros dos futbolistas.
Según la resolución del Juez Disciplinario Único, a la que ha tenido acceso 'EFE', la sanción se ha impuesto por la participación activa o fomento de actos violentos por parte de los dos futbolistas pertenecientes al club ceutí.
El juez ha determinado dejar sin licencia federativa durante tres años y seis meses a esos dos juveniles, a lo que suma otros doce partidos sin jugar y 270 euros de multa a otro futbolista por "insultos, ofensas verbales y actitudes injuriosas".
Asimismo, a tenor del acta arbitral, ha acordado incoar expediente disciplinario de carácter extraordinario a otros dos jugadores del mismo equipo e imponer una multa de 300 euros al Polillas Ceuta "por deberes propios de la organización de partidos".
También, dar traslado a la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte del expediente en cuanto a los hechos atribuidos al padre de un jugador del equipo para la depuración de las responsabilidades en que hubiera podido incurrir.
Los hechos se produjeron el pasado sábado cuando los jugadores y el padre de uno de ellos, pertenecientes al equipo del CD Polillas de Ceuta, agredieron al colegiado ceutí de categoría nacional Antonio Pozo al término del partido que enfrentó a los locales contra el Calavera sevillano.
La agresión se produjo en la calle cuando al árbitro abandonaba las instalaciones deportivas.
El encuentro, disputado en el campo federativo José Benoliel, finalizó con victoria del conjunto sevillano por 0-3, aunque el marcador no afectaba a la clasificación del equipo ceutí, que había perdido la categoría la semana anterior.
Tras la agresión, el pasado pasado lunes se desplazaron a Ceuta el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, así como el presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), Luis Medina Cantalejo, para mostrar su apoyo al colegiado, con el que mantuvieron una reunión en la sede de la Federación de Fútbol de Ceuta.
Tanto Luis Rubiales como Medina Cantalejo manifestaron posteriormente en una comparecencia ante los periodistas su contrariedad por la agresión, que calificaron de "canallada" al haberse producido en la calle, y destacaron la actitud del colegiado, quien manifestó su intención de seguir dirigiendo partidos.