La imagen de futbolista risueño que siempre ha envuelto a Hazard está disipándose. Los problemas con las lesiones y la carencia de continuidad en el Real Madrid han mermado el estado anímico del belga, que, después del encuentro de Liga contra el Granada, terminó bastante harto de las entradas de los defensas rivales.
'AS' afirma que le transmitió a su círculo más cercano la siguiente frase: "Van de cacería a por mí". El extremo se siente perseguido por los zagueros contrarios, que le tienen tomada la matrícula. De hecho, Quina estuvo cerca de lesionarle al pisarle el tobillo. El colegiado, Gil Manzano, resolvió la acción con cartulina amarilla.
En el vestuario, preocupa que Eden pase por esta situación porque podría influir tanto en su juego como en su físico. Menos motivación implica una forma menos consistente en los partidos y en los entrenamientos, lo que no ayudaría nada a que encarara con mejores perspectivas la temporada que viene.
En el Chelsea, Hazard llegó a hacerse viral no solo por sus regates, sino por sus risas. En cierta ocasión, le hizo tanta gracia escuchar a su ex compañero Ivanovic tratando de hablar inglés que el vídeo se ha convertido en un clásico de internet. ¿Volverá a pasárselo tan bien en el verde y fuera del mismo pronto?
¿Tanto traban su juego?
Un breve vistazo a las estadísticas de BeSoccer Pro permite comprobar si tan castigado fue Hazard por las entradas de sus oponentes eb Andalucía, al menos cuando estas suponen infracciones. Contra el Granada, al belga le hicieron tres (en menos de media hora); frente a Osasuna, el encuentro más próximo en el tiempo en que salió de inicio, tan solo una en 71 minutos disputados.
La diferencia de infracciones entre uno y otro enfrentamiento sí que arroja la posible conclusión de que los zagueros le tomaron mucho la matrícula, aunque entran componentes interpretativos o defensivos referentes a esos marcajes, agarrones y pugnas por la pelota que pudieron no acabar en falta pero sí con la paciencia de Hazard.