El ambiente en un caldeado Stamford Bridge se congeló en los primeros minutos. En las gradas 'blues' se olía la esperanza de poder defender el liderato ante sus vecinos, pero los de Pochettino sacaron dos jarros de agua fría, lanzándoselos a los locales antes del primer cuarto de hora del encuentro.
Kane fue el encargado de lanzar el primero al cabecear un centro templado hacia las redes de Courtois. El árbitro invalidó el tanto, pero la moral del Chelsea se quedó por los suelos al ver cómo no podían sacar el balón debido a la presión de los 'spurs' y al experimentar la verticalidad de los de Pochettino.
Pasaron sólo cinco minutos desde el gol anulado cuando Eriksen, en el 11', deshizo la igualdad en el marcador con un latigazo desde la frontal que Courtois no pudo atajar. El belga, bien colocado, se lanzó para tratar de despejar la bola, pero la potencia del disparo provocó que llegara bastante tarde.
El gol fue el peor castigo para un Chelsea que parecía tener un problema de autoestima. Con imprecisión a la hora de iniciar jugadas y asfixiados por la agresiva presión visitante, Courtois se puso el traje de superhéroe para dejar el partido vivo con un paradón a disparo de Dele Alli.
Desatasco 'blue'
Cuando todo parecía apuntar a que la primera mitad acabaría con 0-1, Pedro Rodríguez se sacó un as de la manga en forma de genialidad. El canario dibujó un golpeo perfecto desde la frontal del área para que el balón se colara por la escuadra izquierda de Lloris.
El ataque del Chelsea carburaba y la mayor parte de la culpa la tenían Costa y Hazard. Con movimientos imprevisibles y buscando siempre la verticalidad, los dos 'cracks' del Chelsea empujaron a sus compañeros a ir a 'matar' al Tottenham en la segunda parte.
Y la sentencia llegó bastante pronto. Kanté robó un balón en su campo y subió el balón hasta Diego Costa, que apuró distancias hasta la línea de fondo para ceder un balón al punto de penalti para un Moses que llegaba como un expreso desde la banda derecha. El nigeriano remató con dureza y Lloris no pudo hacer nada para evitar el gol.
Pese a ir por delante en el marcador, los 'blues' siguieron buscando el tercer gol hasta los últimos minutos, cuando Conte, consciente del poco peligro que creaba el Tottenham, optó por no arriesgar y dio entrada a Ivanovic por Moses. Jugando con cinco defensas ante un rival desanimado, el Chelsea se llevó los tres puntos que le aseguran, por una semana más, el liderato.