Triunfo 'arlequinado' en el Cartagonova de los que crean afición. El Sabadell le puso fin a su irregular dinámica y logró una victoria que le vale para salir de la zona de descenso. Y encima, ante el Cartagena, otro de los recién ascendidos y rival directo en la lucha por alcanzar la permanencia. Por el momento, los dos equipos se encuentran fuera del peligro.
Borja Jiménez apostó por los mismos jugadores que salieron de inicio en el triunfo en La Rosaleda (1-2) y sus pupilos salieron a morder desde el primer minuto. Durante los primeros compases, Rubén Castro mandó un remate a la madera y, solo dos minutos después, Ian Mackay le negó el gol a Nacho Gil con una gran estirada.
Poco a poco se fueron igualando las fuerzas. Los 'arlequinados' aguantaron el chaparrón inicial de los locales y esperaron su momento, que llegó. El entrenador Antonio Hidalgo ordenó que los suyos adelantaran la línea de presión y consiguieron ahogar la salida del balón de sus rivales.
Fue entonces, a partir del ecuador del primer tiempo, el momento en el que se vio al mejor Sabadell. Víctor García, que se vació, se multiplicó por el verde del Cartagonova y se convirtió en un ratoncillo que el gato albinegro no lograba atrapar. Néstor Querol pudo trasladar la superiodad al electrónico, pero Carlos David le negó el gol bajo palos.
Tras el paso por los vestuarios, el 'Efesé' volvió a asumir las riendas del juego, pero no encontró profundidad en sus combinaciones. Eso se tradujo en posesiones insulsas, inefectivas, sin ocasiones. Hasta que Álex Gallar encontró la llave. A pierna cambiada, el catalán sirvió desde la derecha para que Rubén Castro rozara el envío lo suficiente como para que se fuera por debajo del cuerpo de Mackay.
Antonio Hidalgo volvió a acertar
El conjunto cartaginés pudo matar un partido que se volvió gélido tras el carrusel de cambios. Pero Rubén Castro perdonó y los 'saballuts' supieron leer entre líneas. Antonio Hidalgo dio entrada en el campo a Héber Pena, que se convirtió en el hombre del encuentro. A falta de diez minutos para el final, encontró en el área a Gorka Guruzeta, que se revolvió dentro del área y firmó las tablas.
Cundió el nerviosismo en los dos equipos. El centro del campo desapareció y las porterías se convirtieron en las protagonistas del choque. Y en uno de los acercamientos visitantes, Héber remató de volea un centro lateral y el balón, que no iba entre los tres palos, se fue a las mallas tras golpear en Carlos David, que desequilibró la contienda en propia puerta.
Los albinegros, con el tanque de gasolina vacío, se volcaron hacia el ataque durante los últimos minutos, pero lo que provocaron fue la apertura de espacios atrás que el Sabadell no logró aprovechar para matar el partido. Aunque tampoco lo echó en falta.