A veces un compañero y amigo es tu peor enemigo. Que se lo digan a Eric Bailly después de llevarse un rodillazo de Dean Henderson, totalmente fortuito, en el cuello.
El portero del Manchester United salió a por todas para despejar un balón en el área con los puños. Le dio igual quién estuviese delante, fuese Troost-Ekong, del Watford, o el propio Bailly.
Y es que el central 'red devil' se llevó la peor parte. El zaguero se llevó un rodillazo en el cuello que le dejó conmocionado sobre el campo de Old Trafford.
Fue en el tramo final de la primera mitad. Se llegó a levantar Bailly y se marchó a la banda para ser atendido, pero ante su situación, Solskjaer prefirió no forzarlo pues aún se le veía conmocionado y dio entrada a Maguire.