La posesión de la pelota del conjunto de Luis Carrión fue clara a lo largo de la primera media hora de juego. Los futbolistas tocaban a placer en la zona medular ante unos rivales que tenían demasiadas líneas abiertas. Jugaban con mucha separación entre la defensa y el ataque.
Ello propició que aguantaran un verdadero asedio que culminó con un gol de Moha. Al canterano le anularon el tanto por fuera de juego tras una consulta al VAR: Higinio, en la misma jugada pero unos instantes antes, estaba en posición antirreglamentaria.
Llamó la atención que, en esta ocasión, la conversación del colegiado con la sala de revisiones fue rápida y efectiva. Tras el tanto invalidado, el Mirandés despertó y llevó el partido a la igualdad poco a poco. Eso sí, los locales generaban más peligro.
Los 'jabatos' le dieron continuidad a su lucha a inicios del segundo acto. La igualdad imperaba en el electrónico y el césped y la mayoría de los acercamientos se producían por centros laterales. Estos los despejaban las defensas o los atrapaban los cancerberos.
Poco a poco, el Numancia fue capaz, de nuevo, de erigirse en el plantel que más peligro creaba. Eso sí, los atacantes se precipitaban demasiado y chutaban a puerta en cuanto tenían hueco, lo que producía que los disparos se fueran lejos de la meta de Limones.
Higinio fue el encargado de poner la primera diana en el marcador tras tanta insistencia de los suyos. Recibió un centro lateral de gran calidad de Marc Mateu y, en plancha, mandó el esférico al fondo de las mallas tras cruzarlo con la frente.
El cansancio hizo que el ritmo se redujera, pero aún quedaba por delante la recta final del encuentro. Carlos Gutiérrez llegó con todo desde atrás para rematar un centro y puso la sentencia en un saque de esquina. El tanto confirmó la victoria de los de Iraola y los primeros tres puntos conseguidos en casa.