Era el minuto 35 del encuentro cuando ocurrió. Atacaba el Slavia, pero el Inter recuperó. Un jugador del club de Praga cayó en el área visitante, pero el juego continuó.
El Inter perdió su oportunidad, el balón llegó a Kolar, y este combinó con uno de sus defensas, con tan mala fortuna que este lo perdió, Lautaro se lo robó y le devolvió el regalo a Lukaku para que el belga hiciera el 0-2.
Un gol que Lukaku ni celebró, porque llevaba media hora aguantando presuntamente insultos y gritos racistas procedentes de la grada. O, al menos, eso es lo que se desprende de sus gestos.
November 27, 2019
El belga tras marcar solo se llevó la mano a la oreja y se encaró con la grada. Algo que el colegiado no escuchó, quizá porque estaba muy atento a lo que desde el VAR le decían.
Y es que la acción que lo inició todo, el derribo en el área de Handanovic, se convirtió en penalti para el Slavia. Así, dos minutos después, Soucek transformó la pena máxima e igualó un partido que, por unos instantes, llegó a ir 0-2, pero que se fue 1-1 al descanso por obra y gracia del VAR.