Hugo Mallo negó el abuso sexual a la mascota del Espanyol, que mantiene su acusación

Hugo Mallo, que actualmente juega en el Internacional de Portoalegre, fue juzgado este martes en la Ciudad de la Justicia de Barcelona por un presunto delito de abuso sexual. El jugador negó haberle tocado los pechos a la mujer que portaba el disfraz de mascota del Espanyol, mientras que esta mantiene que sí lo hizo.
La Fiscalía pide para el futbolista una pena de 24 meses de multa, a razón de 12 euros al día, y la acusación particular, otra multa de 24 meses, a razón de 20 euros diarios, además de una indemnización de 1.000 euros por daños a la mujer de la que supuestamente abusó.
Los hechos, juzgados este jueves por el Juzgado de lo Penal número 19 de la capital catalana, ocurrieron durante el pasamanos de ambos equipos previo al encuentro liguero de Primera División de la temporada 2018-2019 y en el que también participaron las dos mascotas del Espanyol: un periquito y una periquita.
La joven que hacía de 'periquita' denunció al exdefensa del Celta por tocarle los pechos por encima del disfraz. "El saludo consistía en el típico choque de manos, desde el primero al último jugador. Pero cuando llegó a mi altura, no chocó mi mano, sino que sus manos fueron a mis pechos", declaró..
La denunciante explicó que, tras sufrir esos tocamientos, soltó un "cabrón" y se puso detrás de su compañero, la mascota que iba disfrazada de periquito, "totalmente aturdida y descolocada".
Su compañero, que también declaró como testigo, afirmó que posteriormente entró en el vestuario "bastante nerviosa e indignada" y le explicó que un jugador del Celta le había tocado los pechos. "Pero yo no presencié nada; en las imágenes se ve que estaba de espaldas", añadió.
Durante la vista, se visionaron diferentes vídeos del momento del pasamanos, uno de ellos de Mediapro, la empresa responsable de la producción audivisual de LaLiga. Sin embargo, acusación y defensa no se pusieron de acuerdo sobre los que se apreciaba en las imágenes.
"Ella me está acusando de algo que no he hecho. Yo solo saludé a todos los compañeros de profesión y a las mascotas sin más", aseguró Mallo, quien afirmó que ni siquiera sabía que la mascota que hacía de periquita era una mujer: "Yo lo que me encontré allí eran dos muñecos".
Además, dijo tener dudas de que el brazo que se aprecia en las imágenes sea el suyo y que, en caso de que se así, lo que él ve es que las manos "se ponen en la cintura".
El lateral recordó que, en aquel partido, el Celta se estaba "jugando el descenso" y que no estaban "para hacer bromas" de este tipo. Y menos en un campo de fútbol "lleno de cámaras" y antes de un partido importante para su equipo.
"Yo estaba centrado en lo mío", insistió el jugador, quien explicó que se enteró de la denuncia al día siguiente. "Vinieron el presidente y el director general del club a decírmelo y, al principio, pensé que era una broma. Ellos me dijeron que no daban crédito, pero buscaron en las imágenes, ya que se trataba de una acusación muy grave, y no encontraron nada", relató.