Nunca debe sorprender lo que haga Ibra. Pero esta vez no fue por un golazo ni por unas declaraciones altisonantes o polémicas. Fue por su capacidad para convertirse en el imán de su equipo tras una noche épica.
Sucede que Los Angeles Galaxy comparecían con las apuestas en contra en el choque contra los de Minnesota en los octavos de final camino al título. Contra pronóstico, el equipo que entrena Guillermo Barros Schelotto se impuso por 1-2.
Ni marcó ni asistió el gigante sueco, pero no pasó desapercibido en cuanto se dio el pitido final. Reunió a sus compañeros en un corro y soltó un discurso sin grandes frases ni muy extenso, pero directo al corazón.
"Esto es solo el comienzo. No nos detenemos por nadie. Continuaremos así. Destruiremos a todos", compuso para dar ánimos de cara al próximo choque el derbi contra Los Angeles FC, que se disputará el viernes 25.
21 de octubre de 2019