Illarramendi y Zurutuza, al nivel del resto

Los dos meses de parón han servido a algunos jugadores lesionados para ponerse al nivel de sus compañeros. No todo ha sido malo.
Después de haber estado de baja casi nueve meses, en el caso de Illarramendi, y desde noviembre en el de Zurutuza, ambos se han convertido en importantes refuerzos para Imanol Alguacil en el tramo final de esta temporada.
Illarramendi parece haber dejado en el olvido los problemas derivados de la operación de tobillo que sufrió tras su lesión en el partido de la primera vuelta en San Mamés ante el Athletic de Bilbao a primeros de septiembre, mientras que Zurutuza también deja aparcadas las molestias musculares que le han acompañado prácticamente desde el primer día de la presente campaña y ahora el futbolista de Rochefort (Francia) puede tener un dilema por delante.
Zurutuza, de 33 años, había anunciado que esta sería su última temporada en la Real, sin dejar claro si colgaría las botas o prolongaría su profesión de futbolista en algún otro club; pero el hecho de que la Real se haya clasificado para jugar la final de la Copa del Rey y que no haya fecha definitiva para el final de la presente campaña podría alterar los acontecimientos, de momento dando continuidad a un contrato que concluye el 30 de junio.
Esa hipótesis podría dejar la puerta abierta a Zurutuza incluso para jugar la final de Copa en Sevilla, despidiéndose de la Real con la opción de disputar uno de los grandes títulos qué el club sueña con volver a llevar a las vitrinas del club.
Los 28 jugadores que trabajan en esta minitemporada atípica de los equipos de Primera División, por otro lado, tras recibir el visto bueno de la Liga de Fútbol Profesional, comenzaron en la mañana de este lunes con trabajo en grupo, manteniendo las distancias y precauciones establecidas por las autoridades sanitarias, por primera vez en muchos meses, tras dejar atrás las sesiones individuales de los días anteriores.
Sin fecha definitiva para volver a competir, los jugadores de la Real afrontan la fase decisiva para luchar por el título de Copa y por su presencia en la próxima Liga de Campeones, dos objetivos posibles para los donostiarras a día de hoy.