Andrés Iniesta volvió a dejar claro que, pese a tener casi 38 años, sigue teniendo mucha magia en sus botas, aunque esta a veces no alcanza para lograr los objetivos.
Y es que el genio de Fuentealbilla volvió a ser el líder del Vissel Kobe en su compromiso ante el Urawa Reds, encuentro en el que dejó un golazo para la galería.
El ex del Barcelona anotó uno de los tantos de su equipo y lo hizo en una suerta en la que no se ha prodigado a lo largo de su carrera: de falta directa.
Pese a ello, el cuadro del centrocampista español no pudo pasar del empate a dos goles y fue eliminado de la Copa de la Liga de Japón.