La historia del fichaje de Cazorla por el Madrid que pudo ser y no fue

La historia de Cazorla es la de un pequeño -sólo de estatura- que se convirtió en leyenda. Y al que aún podemos seguir extrayendo gotas del genio y figura que es. De chaval tuvo que abandonar su Asturias natal para convertirse en futbolista profesional en Villarreal, con un paso intermedio por Huelva.
Pero una vez consagrado en el Submarino amarillo, a este ambidiestro le empezaron a llegar las ofertas. Y durante dos años el coqueteo con el Real Madrid fue constante. Incluso llegó a aceptar una propuesta para jugar de blanco. Una cámara le cazó hablando con Iker Casillas, compañero de selección, para anunciarle su llegada y pedirle que le acogieran bien. Aquello sería ahora mismo viral, 'trending topic', pero con todo apalabrado la operación se fue al traste.
Cazorla no se frustró, siguió repartiendo sonrisas en Málaga, donde se 'vengó' del Madrid en el Bernabéu con un gol que inventó después aquello del defensa tumbado en el césped detrás de la barrera. Y tras un año en la Costa del Sol, su pase al Arsenal, donde continuó haciendo disfrutar del fútbol hasta que su tobillo dijo basta.
Pero Santi se recuperó tras dos años luchando no ya por jugar sino por hacer vida normal. Volvió al Villarreal dos temporadas para volver a destapar el tarro de las esencias mágicas del balompié. Y se marchó con Xavi al retiro dorado de Catar (Al-Sadd).
Sin embargo, le faltaba algo por cumplir antes de retirarse. Quería volver a donde todo empezó, pero hacerlo como profesional. No quiso ni cobrar, aunque eso LaLiga no lo permitió. Le dio igual, puso la condición de que parte de su bajo salario se dedicara a la cantera del club mientras él se esforzaba en devolver al Oviedo a Primera. Lo consiguió a la segunda ocasión, siendo además decisivo con goles ante el Almería y Mirandés en la semifinal y final, respectivamente, del playoff de ascenso.
Como si de un juego se tratase, Cazorla desbloqueó una recompensa en la primera jornada. Casualmente, el calendario puso un Villarreal-Oviedo en La Cerámica. Qué mejor escenario para volver a la élite que allí. Y para la segunda jornada, otra recompensa más, la de debutar en el Tartiere ante el Real Madrid de su amigo Xabi Alonso.
Los sueños, sueños son. Pero en el caso del ya cuarentón, los sueños sí se cumplen. Y los que le quedan.