Iraola salió reforzado pese al sueño truncado de la Copa

El debut de Iraola como entrenador se produjo en 2018 en el AEK Larnaca chipriota, al que clasificó para la Europa League tras superar las rondas preliminares eliminando al Dundalk irlandés, Sturm Graz austríaco y Trencin eslovaco. Además ganó la Supercopa de Chipre al vencer al Apoel.

La siguiente temporada, la 2019-20, aceptó el reto de dirigir al Mirandés, recién ascendido a Segunda. El objetivo era la salvación, algo que consiguió de manera holgada dejando al equipo undécimo. Sin embargo, su mayor éxito fue en la Copa del Rey, en la que fue pasando rondas tras eliminar a Celta de Vigo, Sevilla y Villarreal. El sueño concluyó en las semifinales al caer con la Real Sociedad.

El 6 de agosto se confirmó su llegada al Rayo. Tras un inicio irregular, el equipo fue de menos a más, se metió en promoción y en el momento clave sacó su mejor repertorio de juego para deshacerse primero del Leganés y después del Girona con una histórica victoria en Montilivi (0-2), que le permitió remontar el marcador adverso de la ida (1-2).

Esa victoria en Girona permitió al Rayo ascender a Primera y encumbró definitivamente a Iraola como un gran estratega. Diseñó un partido perfecto, con un esquema táctico que incómodo mucho a su rival y le permitió llevar la iniciativa y dominar el juego. Un trabajo que, como es habitual en él, diseñó de manera silenciosa e inculcó a su jugadores de manera discreta, sin desvelar nunca sus intenciones públicamente.

Esta temporada el Rayo está completando una buena temporada. En Liga es duodécimo con 31 puntos, diez por encima del descenso, y en la primera vuelta logró mantenerse durante diez partidos seguidos invicto en el estadio de Vallecas ganando a equipos como el Barcelona.

El técnico vasco ha sido capaz de ilusionar a la afición del Rayo y ha escrito con letras de oro su nombre en la historia del club por la disputa de las semifinales de la Copa del Rey y, sobre todo, por el planteamiento táctico que diseñó para remontar el marcador adverso de la ida (1-2) y buscar una remontada que hasta el tiempo añadido (1-1) pudo convertirse en realidad.

Un gol de Borja Iglesias en el descuento, en la última jugada del partido, acabó con el sueño del conjunto vallecano a manos del Betis, que sufrió mucho para superar al Rayo de Andoni Iraola, un entrenador que ha conseguido con un trabajo silencioso ir cumpliendo éxitos temporada tras temporada.

La próxima campaña no se sabe dónde estará. Acaba contrato con el Rayo el 30 de junio y no ha renovado. "Respondo siempre lo mismo porque pienso que es así. El objetivo es jugar el año que viene en la misma categoría y no es momento de hablar de otras cosas", dijo Iraola, tras ser eliminado de la Copa del Rey.

El objetivo de la permanencia está encarrilado pero el técnico vasco, con la prudencia que siempre le ha caracterizado, no mira más allá del siguiente partido. Por delante trece partidos de Liga para certificar la permanencia y pensar en el futuro. El Rayo quiere que siga pero los pretendientes empiezan a surgir.