"No puedo estar parado hasta enero, quiero jugar aquí, pero si salen otras cosas se mirarán", ha apuntado Cuenca ante los medios de comunicación, y también ha cargado contra el organismo que preside Javier Tebas.
"Me siento atacado", ha explicado el jugador, que no entiende por qué LaLiga no se cree su contrato con el club reusense, en el que ha acordado cobrar el mínimo salarial pactado para los jugadores de Segunda división (77.000 euros).
"Rescindí en Israel y me puedo permitir el lujo de estar aquí, en mi casa", ha añadido el extremo, que ha catalogado la situación que está viviendo de "surrealista" y de "falta de respeto".
Cuenca, que ha atendido a los periodistas una vez terminado el entrenamiento del Reus, ha querido agradecer públicamente el trato que le ha dispensado la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). "Me están ayudando mucho", ha dicho.