Isco se negó a seguir calentando antes del partido del Real Madrid contra el Granada porque vio que no iba a ser titular, según 'El Larguero'. Aunque Carlo Ancelotti apagó rápidamente este incendio en rueda de prensa dejando claro que el malagueño no le faltó al respeto, lo cierto es que le lleva dejando aparte desde entonces.
Ni contra el Sheriff, ni ante el Sevilla ni con el Athletic como rival amagó siquiera con saltar al campo. Ha estado confiando, como de costumbre, en la 'vieja' y confiable guardia que conforman Casemiro, Toni Kroos y Modric. Los revulsivos, Camavinga, Antonio Blanco o Fede Valverde, pero nunca él.
En la primera etapa con el estratega italiano al frente del conjunto blanco, el andaluz sí que gozó de bastante protagonismo. Conocerle de sobra no ha ayudado a rescatarle de la mala dinámica que protagoniza desde hace unas temporadas, en las que su trascendencia y su nivel han ido yendo a menos.
Con contrato hasta 2022, junio del año que está a menos de un mes de comenzar se presenta como un escenario importantísimo para su futuro. De momento, no se ha filtrado que el Real Madrid desee renovarle, lo que abre la puerta a que irrumpan pretendientes preparados para firmarle a coste cero o a que él transmita a la directiva que quiere seguir.