"El año pasado, no me sentía feliz; creí que tendría un infarto e iba a morir"

Los jugadores cada vez están más concienciados sobre la salud mental y la importancia de cuidarse no solo físicamente, también a nivel emocional. Isi admitió que es uno de los futbolistas que ha tenido que pedir ayuda.
"El año pasado de la presión que tuve, porque quizás fue el 'boom' en mi carrera, pero pasé un verano raro. En la despedida de Pozo en Ibiza. No me sentía yo mismo ni feliz: estaba cansado, me dolía la cabeza... Pensé que iba a tener un infarto e iba a morir", dijo a 'Vaya Vaina'.
Fue entonces cuando decidió contarle al mundo lo que le pasaba. "Hablé con mi familia, con mis compañeros y contacté con un profesional. Es la mejor decisión que tomé", comentó.
Aunque, desde que está en manos de un psicólogo, se encuentra mejor, admite que aún hay momentos en los que se ve sobrepasado por las circusntancias: "El día del Villarreal, tuve que pedir el cambio porque me sentía fatal. No podía respirar dentro del campo y pedí el cambio".
"Estaba en el vestuario, me preguntaban qué me pasaba y no contestaba a la gente. Me fui, vi a mi familia y a mi novia y se lo dije a todos. Mi madre y mi pareja no lo notaban, pero ahora estoy mejor. El vestuario en este sentido ha sido fundamental", prosiguió.
Isi asegura que, en su momento, "pensaba que dominaba" su mente, pero se dio cuenta de que no: "Hay un momento que llevas tanta presión, que el cuerpo te pega un palo: la familia, que quieres que esté bien, tu novia, el trabajo... No me sentía realizado y no dormía".
En ese sentido, las redes sociales tampoco ayudan. "Hay gente que a lo mejor no sabe que afectan muchas cosas. Por eso no me gusta comparar temporadas. La pasada marqué muchos goles y esta, no tantos. ¿Pero tú sabes los problemas que puede estar pasando cualquier futbolista para que por redes tú puedas poner lo que quieres? Son momentos muy difíciles", cerró.