12 equipos después y tras casi dos décadas atemorizando defensas, Alberto Gilardino ha tomado la decisión de retirarse del fútbol profesional. Uno de los últimos 'bombers' que quedaban en el fútbol italiano, uno de los últimos supervivientes de la 'Azzurra' campeona del mundo en 2006.
Hablar de Gilardino es hacerlo de un rematador, un voraz ariete que siempre puso su corazón al servicio del equipo. Nunca fue el más técnico, pero los 246 goles que consiguió a lo largo de su carrera hablan por él. Un '9' puro que pasó toda su vida en Italia salvo una corta aventura en el Guangzhou.
La Copa del Mundo conseguida en Alemania es el gran título que ostenta el corto palmarés de Gilardino, aderezado con una Liga China, una Supercopa de Europa, un Mundial de Clubes y una Champions. Los últimos cuatro trofeos, conseguidos en un Milan en el que posiblemente mostró sus mejores virtudes.
Hasta allí llegó -chequera mediante- desde l Parma, donde en su última temporada se fue hasta los 24 goles en 47 partidos. Un año antes logró 26. Cifras que le abrieron las puertas de un histórico del fútbol mundial, donde cumplió tres temporadas completas. De ahí al a Fiorentina, donde en su primer curso se apuntó 25 tantos.
De ahí a Genoa, Bolgona, Guanzghou, de nuevo Fiorentina, Palermo, Empoli, Pescara y Spezia, donde disfrutó de su última aventura. Ahora toca decir adiós, tal y como adelantó 'La Gazzetta dello Sport'. Se marcha diciendo "no" a una oferta del Pro Piacenza y al interés de Berlusconi en llevarle al Monza. Se va sin hacer ruido, todo lo contrario a lo que sucedía cuando pisaba el área.