Inglés de nacimiento, pero de madre irlandesa, Jack Grealish podía elegir con quién jugar en caso de que alguno de los dos seleccionadores se fijase en él. Inglaterra ya le tenía el ojo echado desde hacía tiempo, por su buen desempeño cedido en equipos modestos. Este año, en el Aston Villa, se está saliendo.
En Irlanda lo conocían más. Ha sido internacional en todas las categorías inferiores, pero nunca recibió la llamada de la absoluta. Y esa llamada parece que llega tarde, o, más bien, que nunca llegará.
Su actual entrenador cree que, si madura un poco, puede ser el referente del medio campo inglés por muchos años. Y Grealish va camino de ello. Actualmente se desempeña por la banda, pero su visión de juego hará que seguramente se recoloque sobre el terreno de juego, acercándose al centro del campo.