La profundidad del español permitió James pudiera tirar hacia dentro con menos vigilancia. El Betis también comenzaba a estar más desgastado y era más sencillo avanzar sin presión por el campo.
El caso es que James pasó de puntillas. No aprovechó para dar un golpe en la mesa y demostrar su valía; al menos, como relevo de Bale. Eso sí, Jesé, relevo del colombiano, no mejoró la versión de lo que hasta el minuto 79 se había visto.