La Selección de Japón logró el pase a las semifinales de los Juegos Olímpicos de Tokio después de vencer en los penaltis a Nueva Zelanda por 4-2. Japón será, de esta manera, el próximo rival de España, un contrincante que ha tenido el infortunio de cara al gol en estos cuartos de final contra los neozelandeses, pero supo resolver bien la tanda de penaltis.
Con Takefusa Kubo como director de orquesta, los nipones empezaron a avasallar la portería rival, pero sin acierto. Nueva Zelanda apostó por defenderse durante los primeros 45 minutos, un cometido que los de Danny Hay hicieron a la perfección. Comenzaron a replegarse en zonas defensivas y a cerrar todos los espacios interiores para evitar que Japón llegara con facilidad.
Con este planteamiento, los de Hajime Moriyasu buscaron incesantemente, especialmente por las bandas, las jugadas de peligro. No obstante, los remates de cabeza o los disparos siempre chocaban con el portero neozelandés Michael Woud. Poco a poco, jugadores como Kubo o Ueda se echaron el equipo a la espalda, solo las faltas cometidas por los defensas de Nueva Zelanda consiguieron neutralizar al jugador del Real Madrid. Por su parte, los de Danny Hay fueron incapaces de inquietar durante los primeros compases del encuentro, apenas llegaron un par de veces a la portería defendida por Kosei Tani.
Los remates de Reo Hatate, las asistencias de Takehiro Tomiyasu o de Wataru Endo y las internadas de Takefusa Kubo no fueron suficiente para adelantarse en el marcador del estadio Ibaraki Kashima. Y así, con este ritmo de juego, se llegó al descanso. La segunda parte fue muy diferente; la promesa neozelandesa Matthew Garbett empezó a deplegar sus cualidades sobre el verde e hizo jugar a sus compañeros.
Nueva Zelanda, que subió líneas y empezó a presionar en campo contrario, dispuso de más ocasiones y le plantó cara a los nipones. Sin embargo, tampoco consiguieron materializar las opciones que tuvieron. Con este infortunio de cara a gol, se llegó a los penaltis donde los nipones ya no fallaron. En total 4-2 a favor de Japón, un resultado que le permite al conjunto de Hajime Moriyasu citarse con España en las semifinales.