Javi Gracia fue aclamado en La Rosaleda, consiguió cosas bonitas. Por eso su salida dolió tanto y hubo quien no se lo perdonó. Pero sentía una necesidad de crecer profesionalmente, algo que no está desunido de su vínculo con la ciudad.
"Echo de menos Málaga desde el primer día que me fui. Pero no es algo de lo que me haya dado cuenta con el tiempo, sabía antes de irme que me iba a pasar. Pero en ese momento era la decisión que tenía que tomar y lamentándolo mucho, primero teniendo que sufrirlo internamente y luego teniendo que escuchar a mi familia diciéndomelo a diario", contó sobre su marcha al Rubin Kazan.
A vueltas con lo mismo, el navarro insistió en que "era muy feliz, sabía que no iba a ser tan feliz en ningún sitio como lo era en Málaga. Pero por asegurar el futuro y el bienestar de mi familia, pensé que lo tenía que hacer. Si hubiese pensado sólo en mí, hubiera continuado. Era la decisión que tenía que tomar y nada más".
Como uno de sus ex equipos, Javi Gracia sigue a los blanquiazules. "Los miro con buenos ojos y con la esperanza de que les vaya todo muy bien. El Málaga ahora está fuera de descenso, con tres puntos de diferencia, quedan once jornadas y a ver si terminan bien y poco a poco forman un equipo con posibilidades para aspirar a Primera, que es donde merece estar", subrayó.
Por ello, no extrañó que 'dejara' de nuevo su currículo en La Rosaleda. "¿Gustarme volver? Claro que sí. Ojalá se den las circunstancias en las que sea posible para todos el que yo entrene, que para el club y para todos sea la mejor opción. Mi recuerdo de Málaga y del club es inmejorable. Nunca se sabe. La ilusión está ahí, pero en este momento lo que mejor puedo hacer es desearle al club que le vaya muy bien y mi apoyo desde la distancia".