A Jesús Jiménez se le acaban los calificativos para definir lo que está siendo el fichaje de Podolski por su equipo, el Górnik Zabrze. La comparación con una hipotética llegada de Iniesta al Albacete es sin duda lo más acertado.
Jesús Jiménez ya tiene que estar habituado a que desde España le pregunten por Podolski, su flamante nuevo compañero. Lleva allí ya tres temporadas y va a por la cuarta. "Jugaba en Segunda B y el Górnik se acababa de meter en la previa de la Europa League y suponía saltar al fútbol profesional. No había mucho que pensar", relató.
"Era mi primera experiencia fuera y, al principio, te cuesta salir de la 'zona de confort'. El frío y el idioma no ayudan. ¡Está en el 'top 5' de los más difíciles del mundo! Ahora, en cambio, estoy encantado", añadió.
Su club es un histórico venido a menos, pero él está seguro de que recuperará su lugar en Polonia. "El Górnik es un grande y, aunque ha pasado una etapa difícil deportiva y económicamente, debe aspirar al máximo. Por historia tenemos la obligación de ganar la Liga o pelear por estar arriba", afirmó.
Lo intentará lograr gracias a Podolski, una auténtica institución. "Es un poco raro. Nunca me habría imaginado jugando con un campeón del mundo, pero, desde que llegué, todos los años se decía que venía... y aquí está", explicó.
"Se ha formado mucho revuelo. Vendría a ser como si el Albacete sube a Primera y ficha a Iniesta. Es un jugador de otra dimensión que quiere devolver al Górnik al lugar que merece", apuntó, al respecto.
Lukas Podolski fue internacional con Alemania, pero nació en la localidad de Gliwice, vecina de Zabrze, en Silesia. Su familia es fanática del Górnik, y jugar en este club es una promesa que le hizo a su abuela. Promesa que por fin ha cumplido.