LaLiga ya adaptó la clasificación y sumó los puntos por la expulsión del Reus de la categoría de plata tras meses de denuncias y de impagos. La deuda se llevó al equipo catalán por delante y a su propietario.
Joan Oliver intentó sacar tajada de la venta, pero no pudo. El ex propietario vendió el Reus a Clifton Onolfo y a Rusell Platt por un precio simbólico de tres euros para que la venta fuera legal a pesar de la enorme deuda, tal y como contó el diario 'Sport'.
Los empresarios americanos propietaron mejoras en el estadio y una inversión que liquidara dicha deuda y hiciera que los trabajadores recuperaran su dinero, pero luego descubrieron que el pozo era más fondo.
Tanto Onolfo como Platt y como todos los trabajadores y seguidores del club esperan ya la decisión del Tribunal Administrativo del Deporte para saber qué va a pasar con el Reus y si puede reducirse la sanción a un año para intentar trabajar en volver lo antes posible a Segunda División.