Un mes después de su nombramiento como seleccionador de Marruecos, Jorge Vilda concedió una entrevista a Ramón Fuentes en 'Mundo Deportivo'. Comentó cómo se encuentra desde el inicio de esta aventura y deseó lo mejor a España, ya a los mandos de Montse Tomé y en buen ritmo después de la conquista del Mundial de Australia y Nueva Zelanda. Ahora, el entrenador se centra en los Juegos Olímpicos de París.
"Se trata de una eliminatoria donde teníamos que convencer a las jugadoras en esta primera toma de contacto, pero sabiendo que nos estábamos jugando el pase a la siguiente eliminatoria. Cuento con unas jugadoras que tienen una mentalidad competitiva increíble, gran predisposición y, además, muchas ganas y potencial para mejorar. Los goles y las victorias se celebran con una enorme alegría e intensidad. La primera no te aseguraba la clasificación, pero, en la segunda, lo celebraron como si hubieran hecho algo muy grande", afirmó.
"Vamos a trabajar para conseguirlo y poder vivirlo. Porque, si lo hacemos, puede ser algo muy sonado. Sería la primera vez en la historia que lo consigue después de que, este pasado verano, se clasificara por primera vez para un Mundial. Va todo muy rápido, pero está claro que es nuestro objetivo. Pero no va a ser nada sencillo. Ahora, en febrero, nos tenemos que enfrentar a Túnez y, si logramos pasar, nos esperaría Zambia o Ghana, que son dos selecciones muy poderosas", relató.
Preguntado por el cuerpo técnico que se ha desplazado con él, enumeró: "Me he traído un equipo de la más absoluta confianza con Miguel Ángel Sopuerta como primer asistente, Diego Díaz Garrido como entrenador de porteros, Guillermo Guerra en las funciones de analista y David Utrera como preparador físico. Gente de mi más absoluta confianza". De momento, vive solo en Marruecos: "Al final, los niños ya habían empezado los colegios y ya no podían venir".
Imaginando un hipotético partido de las suyas contra España, confabuló: "¿Por qué no? Eso, además, podría pasar en los Juegos Olímpicos del próximo verano en París. Me encantaría, la verdad, que tanto España como Marruecos estuviéramos en la cita olímpica. Es una de las más exigentes porque solo pueden acudir 12 selecciones. Es muy exigente. ¿La medalla de campeón del mundo? Ahora, la tengo en España (se ríe), pero es verdad que, cuando volví del Mundial, cada día que venía alguien a casa, era el gran reclamo para todos. Se trata de algo histórico e inolvidable".
Sobre la polémica del beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso y todo el revuelo que se ha causado desde entonces, prefirió mantenerse discreto: "Ahora mismo, es un tema del que no puedo hablar porque está, ahora mismo, en manos de un juez y tenemos que esperar a su decisión final. Mi postura y pensamiento ya lo dejé claro cuando acudí a declarar. Ahora mismo, España tiene un equipo que puede marcar una época, una gran plantilla que tiene opciones a poder ganar absolutamente todo durante el siguiente lustro".
Abordando el acercamiento de la Federación Marroquí para contratarle, contó: "Fue todo muy rápido, la verdad. Me llamó el director deportivo junto con la dirección de fútbol femenino y me plantearon ser seleccionador. Me reconocieron que no era el único, que había una terna, pero, que si mi decisión era que sí, iban a apostar por mí como la primera opción. Me desplacé a Marruecos para que me contaran todo. Allí, me expusieron sus condiciones, todo lo me podían ofrecer y que yo era la primera opción. Querían contar con el seleccionador campeón del mundo".