Joselu le regala a Calleja una vida extra en Cádiz

Balón de oxígeno para el Alavés. El conjunto 'babazorro' consiguió tres puntos de oro en su visita al Nuevo Mirandilla ante un Cádiz que no logra levantar la cabeza en su estadio.
Fue un encuentro de necesitados entre dos equipos que, a final de temporada, pueden estar luchando de tú a tú por permanecer en Primera División.
Como si fuese un combate de boxeo, a puntos ganó el Alavés. Y lo hizo después de un penalti polémico que aplacó los ánimos de un Nuevo Mirandilla que empezó a fijarse en Alberola Rojas.
Joselu, el mismo que forzó el penalti, materializó la pena máxima. Dominó el Alavés en los minutos posteriores, como si al Cádiz le hubiesen dado un golpe definitivo.
Los ánimos se caldearon más aún cuando el propio Alberola Rojas no pitó otro penalti, esta vez a favor del Cádiz con Negredo como protagonista.
Noqueado hasta el descanso, todo cambió tras el paso por vestuario. Leyó la cartilla Cervera a sus jugadores y estos salieron revolucionados en busca de un gol que finalmente no consiguió.
Fueron 25 minutos de la segunda mitad en los que el Cádiz mereció empatar el partido, especialmente con una chilena de Negredo que sacó Pacheco con una gran estirada.
Pero el 'push' del descanso no duró hasta el final. El Alavés jugó con el cansancio del Cádiz y terminó por sentenciar, de nuevo con Joselu, si bien en esta ocasión no fue error de Alberola Rojas, sino de un Ledesma que le dio un caramelo envenenado a Haroyan.
Tres puntos de oro para un Alavés que empieza a asomar la cabeza. Preocupantes señales de un Cádiz que se queda a un único punto de la zona roja.