Zinedine Zidane presentó un once con muchas novedades en Son Moix, pero había una que suscitaba especial interés: Luka Jovic.
El ex del Eintracht de Frankfurt partía como titular ante el Mallorca y era el elegido por el galo para buscar el gol en las Islas Baleares.
Jovic, negado de cara a puerta desde su llegada al Real Madrid, tenía frente a él una excelente reválida. Pero no la aprovechó.
Dentro del gris partido de todo el conjunto blanco, Luka anduvo totalmente desaparecido y casi no intervino en el juego.
El serbio toco solamente 25 balones y no creo peligro a la defensa de un Mallorca que no tuvo casi que preocuparse por él.
No es de extrañar que mediada la segunda mitad Zidane decidiera sustituirle por Rodrygo para buscar un empate que nunca llegó.
Algo pasa con Jovic, que por una razón u otra no acaba de ser aquel futbolista que hace unos meses deslumbraba a todos en la Bundesliga.