Las grandes ligas están comandadas por sus equipos de referencia, pero los de media tabla o aquellos que pelean por la permanencia también tienen historias que contar. Al fin y al cabo, son parte de la élite. En el Genoa, que se ve las caras con el Inter de Milán en la noche de este lunes, hay dos jugadores que no suelen protagonizar titulares, pero que merecen un aparte por el relato que les ha llevado a sus situaciones actuales.
Uno es Junior Messias. Empezó a jugar en el fútbol profesional ya con 25 años. Durante los cuatro anteriores, militó en conjuntos no profesionales de Turín mientras trabajaba repartiendo electrodomésticos. Por aquel entonces, vivía con su hermano y no imaginaba, ni de lejos, que se convertiría en uno de los principales revulsivos de San Siro durante las temporadas 2021-22 y 2022-23, en la que compareció cedido por el Crotone.
Su factura ante la meta, de 12 dianas en 68 encuentros, no es especialmente extensa, pero sí de valor. Vio puerta en varios encuentros de la Serie A que a los 'rossoneri' se les pusieron cuesta arriba y también en la Champions League. De hecho, los despachos que habían amarrado su préstamo abrocharon su incorporación a título definitivo por unos 2.5 millones de euros, aunque le vendieron, un año después, por 1.5.
Es por eso que, ahora, comparte vestuario con un español, Aaron Martín, en el Genoa. El ex del Celta de Vigo es otro de los rostros que al lector le puede resultar familiar si ve jugar al conjunto de Alberto Giraldino. Salió de la cantera del Espanyol, probó un tiempo en el Mainz 05 y gustó tanto que los germanos traspasaron 6 'kilos' a las arcas catalanas para quedárselo a largo plazo con una estancia de por medio en Balaídos.
Acabado su periplo en la Bundesliga, donde formó parte de 116 partidos, la Serie A llamó a su puerta con un contrato de tres temporadas cuando todavía le queda mucha guerra que dar en el fútbol de élite. Con 26 años, ha salido de inicio en 11 de 16 ocasiones esta campaña y, si presume de la misma continuidad que en su experiencia en tierras teutonas, podría cuajar como un refuerzo importante para atornillar a los suyos a la élite italiana.