Uno es de Camerún y el otro de Japón. Ahora, comparten su vida en Zaragoza. Parece el comienzo de una película de la hora de la siesta, pero es la realidad que se vive en el vestuario de la escuadra de Víctor Fernández y el resultado no puede ser mejor.
El objetivo, a fin de cuentas, es que los jugadores recién llegados se adapten. De este modo, pueden dar su máximo rendimiento porque se encuentran a gusto dentro del plantel y son capaces de desenvolverse al 100%. En Instagram, se nota que esto es misión cumplida.
Bikoro subió un vídeo a su cuenta oficial de Instagram que, probablemente, habrá enamorado al zaragocismo. El jugador se muestra con su compañero de diabluras, Kagawa, y estos deciden arrancarse por Manuel Carrasco mediante la canción 'Qué bonito es querer'.
Y qué bonito habrá sido para los fans del cuadro maño ver estas imágenes en las que impera de una forma tan clara el buen rollo entre los integrantes de la plantilla. Esta acción queda en una anécdota graciosa más, pero es evidencia de un equipo unido.