A falta de Diego Costa, bueno está siendo Kalinic. El ariete es consciente de que tiene una gran oportunidad para demostrar su nivel y darle argumentos a Simeone para que tenga más minutos. Ante el Alavés también aprovechó para marcar otro gol.
En la primera parte fue cuando mojó el delantero croata, que formó pareja con Griezmann en la punta de ataque. No había llegado ni la primera media hora de partido cuando Kalinic remató con lo que pudo para batir a Pacheco.
Tras un perfecto centro de Santiago Arias, Kalinic metió la tripa y con esa parte del cuerpo fue suficiente para alojar el balón dentro de la portería del Alavés.
Kalinic celebró por todo lo alto y su alegría se la contagió al banquillo y al propio Simeone, que fue a abrazarlo y a darle la enhorabuena abandonando el área técnico. El árbitro, poco después, le pidió que no lo hiciera más.
Este es el segundo gol del croata en dos partidos consecutivos, ya que se estrenó en Copa del Rey.