Ocurrió mediado el segundo tiempo del Croacia-Inglaterra. Dominaban los ingleses y un pase entre líneas dejó solo a Harry Kane ante Livakovic.
El ariete del Tottenham no falló como Rashford, y batió al portero croata, pero no valió. Recibió el balón en posición antirreglamentaria y su tanto fue anulado.
Pero lo curioso de la jugada no fue eso. Aunque su disparo fue claramente entre los tres palos, aunque entrase, aunque se escuchase el golpe metálico de la base de la portería contra el balón, éste terminó fuera de las redes.
¿Qué había pasado? Los jueces de línea revisan las porterías antes del comienzo de cada parte, así que habría que descartar que pasasen por alto la existencia de un agujero en la parte inferir de las redes de ese arco.
Queda, por tanto, otra opción: que el disparo de Kane perforase, literalmente, la red rival. Como si de la popular serie de dibujos animados japoneses se tratase, el disparo del ariete inglés rompió las mallas croatas, para ver como el colegiado le anulaba el tanto.
Lo cierto es que, aunque sea decepcionante, hemos de decir que lo más probable es que el nudo que se rompió estuviera en las últimas, porque el disparo de Kane no fue especialmente fuerte. No al menos para romper la red de una portería, desde luego. Kane le dio el toque de gracia.
El partido estuvo detenido unos minutos, en lo que un operario del estadio, ubicado en la localidad costera de Rijeka, arreglaba el problema con un nuevo nudo que les permitiera salir del paso los quince minutos que quedaban de partido.