El Bayern de Múnich lleva ya 3 derrotas seguidas entre las 2 que acumula en la Bundesliga -contra el Bayer Leverkusen y, este fin de semana, el VfL Bochum- y la de la ida de octavos de final de la Champions League ante la Lazio. De ahí que los ánimos estén muy cargados, como refleja un reportaje del diario 'Bild' que destapa qué ocurrió entre bambalinas después de la caída de este domingo por la noche en el plano doméstico.
El periódico se centra en una discusión acalorada que mantuvieron Joshua Kimmich, uno de los capitanes, y Zsolt Löw, el segundo entrenador de Thomas Tuchel. Lleva con él desde su etapa en el Paris Saint-Germain, cuando dejó el Leipzig para enrolarse en las filas del preparador germano, al que también acompañó en su periplo en el Chelsea. Ahora, tratan, juntos, de devolver a los bávaros a la primera línea del fútbol mundial.
El caso es que, en el túnel de vestuarios, soterrado en el Vonovia Ruhrstadion, jugador y estratega protagonizaron un enfrentamiento que llevó a Manuel Neuer, en calidad de veterano, a agarrar de la chaqueta al húngaro para separarle de su compañero antes de que el asunto fuera a mayores. La prensa, que no estaba lejos porque esperaba, en zona mixta, comparecencias de responsables para preguntarles por el resultado, se enteró así del tumulto.
Ya ante las cámaras, hubo declaraciones duras como la de Leon Goretzka, que reconoció que al Bayern le queda mucho para estar donde debe, y comprensivas, como la del director general, Jan-Christian Dreesen, que garantizó que Thomas Tuchel seguirá en su puesto al menos hasta el partido contra el Leipzig de esta semana. El propio entrenador, en su turno ante los micrófonos de 'DAZN', restó importancia a la pelea Kimmich-Löw. Dijo que son cosas que pasan en cualquier vestuario.