Se agradece la sensatez en el mundo del fútbol. Sobre todo, cuando lo extradeportivo, especialmente lo político, amenaza con ensuciarlo. Y ese ejercicio hizo Jürgen Klopp al no convocar a Xherdan Shaqiri para el Estrella Roja-Liverpool de este martes en la Champions.
Durante el Suiza-Serbia del pasado Mundial, Shaqiri, cuyas raíces son albano-kosovares, celebró un gol con el polémico gesto del águila doble, aludiendo a la bandera albanesa. La polémica, relativa a la Guerra de los Balcanes, fue bastante intensa. Y en suelo serbio no olvidan aquella afrenta.
"Hemos escuchado y leído muchas especulaciones. Hemos hablado de la posible recepción que le harían a Shaq y, aunque no tenemos ni idea de lo que sucedería, queremos ir allí y centrarnos al 100% en el fútbol y no tener que pensar en otra cosa", comentó en declaraciones a la web del club.
Con esta medida y con sus declaraciones, Klopp puso al equipo como ejemplo de buen comportamiento, más aún en el concierto europeo.
"Somos el Liverpool, un gran club, un equipo de fútbol, pero no tenemos ningún mensaje más allá de eso. No tenemos ningún mensaje político. Queremos que el foco esté en un gran partido de fútbol libre de todo lo demás", insistió.
Además, reveló que había encontrado buena sintonía por parte del delantero al saber la noticia: "Shaq no está convocado y él lo acepta y lo entiende. Shaq es nuestro jugador, lo queremos y jugará con nosotros muchas veces, pero el martes no".