La Bundesliga suele ser cosa de goles. De muchos. Los ataques brillan más que las defensas, Y más aún en partido como los que suelen regalar Borussia Dortmund y Bayer Leverkusen. 2-5, 3-4, 3-1, 2-1 y 4-3 fueron los últimos cinco resultados entre ambos, pero, en esta ocasión, el choque sería bien distinto.
Parece que con la marcha de Haaland, el gol perdió fuelle en un estadio en el que fueron claves los porteros. Kobel, el local, salvó al BVB en más de una clara ocasión de gol. Especialmente acertado anduvo para sacarle un remate a bocajarro a Schick, desacertado y demasiado individualista, y un mano a mano que le ganó al checo unos minutos más tarde.
Para entonces, el 1-0 ya reinaba en el Signal Iduna Park tras un primer tiempo con dominio amarillo. El único tanto del encuentro no se le puede achacar a Hradecky, pero el finés, acostumbrado a dejar algún fallito que otro de vez en cuando, no supo o no pudo hacer más antes de que Reus remachara sobre la misma línea. Adeyemi, que se lesionó poco después, remató un pase de la muerte que tocó el portero con la pierna, pero el balón, que casi lloraba, parecía destinado a entrar. El defensa no atinó a despejar y Reus abrió el marcador en el 9'.
Poco fútbol y poca electricidad se vieron al margen de las llegadas del Bayer Leverkusen, concentradas casi todas ellas en 15-20 minutos del segundo tiempo y que se encargó de dejar en nada el meta local. De hecho, de las pocas que fructificaron, dos se quedaron en el limbo. Palacios, tras un rechace de Kobel, marcó el 1-1 en el inicio de la segunda parte, pero estaba en fuera de juego. También lo estaba Azmoun, ya en el 80', cuando centró al área y propició un autogol de Schlotterbeck que tampoco quedó fijado en el marcador.
Hradecky, que sí que estuvo acertado en el inicio del segundo tiempo al rechazar un remate de Hzard a quemarropa, acabó expulsado en el tiempo añadido por atrapar el balón fuera del área. Al tener todos los cambios hechos, Tapsoba tuvo que enfundarse los guantes en los últimos instantes. en lo Fue la última acción reseñable de un Borussia-Bayer algo descafeinado.