El Barcelona volvió a caer derrotado en un choque marcado en rojo en el calendario. Perdió 2-0 en el Wanda Metropolitano contra el Atlético de Madrid y su imagen, mejor en la primera parte que en la segunda, fue similar a la ofrecida con Bayern y Benfica.
Ronald Koeman, en la grada debido a su sanción, perdió los papeles en el primer gol encajado por los suyos. Lemar, tras una estupenda combinación entre Joao Félix y Luis Suárez, asistente, puso con la zurda el 1-0 en el marcador.
Las cámaras de la retransmisión enfocaron al entrenador neerlandés, que estaba realmente enfadado y empezó a hablar con Jordi Cruyff, en lo que pareció una crítica a Nico González, titular en el cuadro azulgrana.
Esta hipótesis se confirmó en el descanso, cuando decidió dejar al canterano en el banquillo y dio entrada a Sergi Roberto. Un toque de atención que no se quedó ahí. En la rueda de prensa posterior, el míster señaló al centrocampista.
"No se puede dejar tanto espacio cuando perdimos el balón. En el mediocampo tenemos que seguir el marcaje, Nico dejó a Lemar solo. Quizá por eso entiende por qué a veces hemos jugado con tres centrales. En el medio del campo hay que seguir al hombre y si ellos tienen profundidad, más todavía. Con el 1-0 ya ha sido muy complicado", dijo ante los medios.
Unas palabras que la afición barcelonista no se tomó nada bien en redes sociales. Gran parte de la hinchada criticó la declaración del entrenador por su excesiva dureza con un futbolista que está dando sus primeros coletazos en la élite.