Koundé deja sin efecto una matrícula de honor del Villarreal

El Villarreal tiene un poco más complicada su presencia en Europa la siguiente tiempo, aunque no todo está perdido. Una victoria era la clave para dar un paso adelante, pero también lo era para el Sevilla y su objetivo de cerrar matemáticamente la plaza Champions.

El conjunto amarillo fue superior al andaluz y así se reflejó sobre el césped y en los datos. El Villarreal se mostró más insistente de cara a portería y más ofensivo, si bien le faltó concretar arriba y al final acabó pagando tanto perdón.

No había dado tiempo para respirar cuando Bono tuvo que sacarse una buena mano a un remate de Foyth después de que Koundé despejara un centro pelibroso de Chukwueze. El extremo del Villarreal fue un auténtico dolor de cabeza en una banda en la que el Sevilla hizo aguas.

En-Nesyri contestó con un disparo que Rulli atrapó en dos tiempos y Chukwueze volvió a cargar con un misil que impactó en el larguero. Todo eso sucedió cuando no habían pasado ni 15 minutos.

Poco a poco se fue estabilizando el partido y el Sevilla se despertó. Le costó al conjunto de Lopetegui entrar en La Cerámica y se apoyó en un Bono que se convirtió en un auténtico muro.

Pau Torres remató de cabeza a bocajarro y el meta del Sevilla volvió a sacar el reflejo felino para evitar el primero en una primera mitad de lo más amarilla.

En la segunda golpeó el Villarreal a través de un gol en propia de Koundé. El central saltó para despejar y acabó firmando un remate digno de un delantero. Su suerte fue que Boulaye Dia se quedó en fuera de juego y Gil Manzano, al revisar la jugada en el monitor, decidió anularlo.

Emery y Lopetegui decidieron agitar el árbol y los cambios aportaron aire fresco. Rafa Mir falló delante de la puerta poco antes de que Lo Celso cazara un rechace en el interior del área para batir a Bono con un disparo contra el suelo que se fue directamente para el interior de la red sevillista.

Cuando todo lo tenía hecho el Villarreal, hasta Bono se sumó al remate de un córner. Era el tiempo de añadido y Koundé, que tuvo una tarde gris, aprovechó un balón muerto para poner un empate que sirve más al Sevilla que al Villarreal.